Como parte
del #RetoRita4 continúo con la serie “Escuela de señoritas” de Sabrina Jeffries.
El segundo libro de esta serie se titula “Alguien a quien amar”; también es el
segundo libro que leo de Jeffries y aunque no se compara con el primero de la
serie, es entretenido. A continuación, el resumen del argumento:
Resumen:
Hace siete años, Louisa North fue la
culpable de que destinaran a Simon Tremaine a la India. Ahora él ha vuelto y
está decidido a meter en cintura a aquella niña rebelde que no sólo destruyó su
reputación, sino que le robó el corazón.
Como líder de Las Damas de Londres, Louisa
y su exaltado grupo de seguidores mantienen en jaque al mismísimo gobierno
inglés creándole algo más que simples incomodidades. No obstante, existe en el
monarca la férrea idea de que, si consigue que Simon contraiga matrimonio con
la chica, no solo se reducirá el peligro que este grupo representa, sino que
además podría enmendar una ofensa del pasado.
Pero Louisa no está por la labor de volver
a caer bajo la seducción del que una vez logró desgarrarle el alma. Su deseo de
venganza por la humillación sufrida entonces no le permite el perdón, aunque si
hay algo que pueda con el rencor, es el vigoroso poder del amor.
Opinión:
Louisa North
es hija ilegítima del Rey, así que cuando esta le pide que envíe a Simon
Tremaine, Duque de Foxmoor, a la India como represalia por haberla engañado,
este accede a su petición (incluso si el monarca también era responsable de lo
que había ocurrido). Pero
durante los siete años que transcurrieron, ambos habían cambiado: Louisa ahora
era una mujer entregada a la lucha por conseguir una reforma penitenciaria,
mientras que Simon había madurado y ahora llevaba sobre sí el peso de los
errores cometidos en el pasado. Sin embargo, había un par de cosas que no cambiaron
para Simon, una es su ambición de convertirse en Primer Ministro y la otra el
deseo que sentía por Louisa; así que cuando el Rey le ofrece otro trato que le
allana el camino para obtener lo que más desea, no se lo piensa dos veces.
Louisa, por
su parte, cree que nunca podrá perdonar o confiar en Simon otra vez, pero no
puede evitar el deseo que siente cada vez que sus miradas se cruzan o cuando
este le sonríe. No tarda en caer en un juego de coqueteo y seducción que a su
vez está plagado de secretos y medias verdades.
Louisa es un
personaje llamativo por su búsqueda de mejoras en la sociedad, sin embargo, es
incapaz de aceptar que exageró con lo ocurrido años atrás. Es una mujer que
aprendió a ocultar sus emociones y mostrar un control férreo de todas sus
acciones, lo cual era muy necesario para que una mujer fuera tomada en serio en
aquella época. A pesar de esa dureza e impenetrabilidad que aparenta, es una mujer
que siente una empatía profunda hacia el sufrimiento ajeno e intenta ayudar a
los demás, incluso a Simón cuando este lucha con sus fantasmas.
Simón
Tremaine es un hombre marcado y traumatizado por los métodos que su abuelo
materno aplicó para moldearlo a su imagen y semejanza y prepararlo para ser
Primer Ministro en el futuro; y aunque Simon logró no ser idéntico a él, y supo
identificar los métodos utilizados como negativos, es innegable la influencia
que todo el proceso tuvo en él y en la forma de ver a las mujeres y el amor. Su
ambición de ser Primer Ministro lo lleva a tomar decisiones cuestionables pero
sus sentimientos lo ponen en constante entredicho ya que no sabe si hacer caso
a su crianza o dejarse llevar por lo que siente.
La historia de amor es… un poco frustrante porque son
personajes testarudos (aunque se entienden
sus motivos). A diferencia de la primera entrega de esta serie, a este libro le
faltó más chispa y coquetería entre sus protagonistas.
La narración es correcta, aunque no logró sorprenderme o mantener la
intriga, en algún punto se tornó predecible, aunque no aburrida.
En general, es una historia que puede entretener y con un trasfondo
social y político que llama la atención y que considero su fuerte. La historia
de amor pudo ser mejor, pero cumple los requisitos básicos. Recomiendo su lectura,
pero no es un imperdible.
Raulymar
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